Luego de charlar largo y tendido entre algunos "Jeeperos de la Bahía" y comunicarnos vía mensaje con otros, el consenso general es que el Encuentro que estábamos organizando se había "pinchado" con la pérdida de Mariano. Tal como dijo el Cuervo Rastafary (amigo de IKAS DEL SUR): ya nada será como lo habíamos pensado.
Transcribo a continuación el aviso "oficial" que publiqué en los foros de Jeeps y off-road que nos iban a acompañar en el evento:
Amigos, debido al deceso de uno de nuestros miembros, nos vemos obligados a SUSPENDER el "1er. Encuentro Jeepero del Sur" que teníamos programado para el fin de semana del 24 Marzo en Monte Hermoso y que se difundiera por distintos Foros.
Para el que no esté al tanto, nuestro amigo MARIANO BANFI fue cobardemente asesinado en su trabajo el pasado Lunes 14, sumergiéndonos a todos los que lo conocíamos en la tristeza y la indignación.
Mariano estaba en la Agrupación desde sus inicios, decía "presente" en todas las travesías y vivía dispuesto a ayudar a todo el mundo en esto que tanto lo apasionaba: los Jeeps. Esto era así a tal punto que -más allá de su familia, de Cecilia (su mujer) y de Morena (su hija, de 7 años)- él siempre decía que el inconfundible Willys amarillo que armó con sus propias manos representaba el "lo que más quería".
Lo que fueron las últimas semanas de su vida lo encontraron abocado 100% a la organización de este evento, por el que sentía un gran entusiasmo. Para nosotros su aporte era fundamental.
Queremos recordarlo bonachón y contento como siempre, pero sabemos que eso no va a ocurrir ahora, cuando la pérdida es tan cercana y aún no procesamos su duelo.
Esperamos poder invitarlos pronto a un Encuentro en su homenaje, una reunión que logremos vivirla como a él le hubiera gustado: con la más absoluta alegría.
Para el que no esté al tanto, nuestro amigo MARIANO BANFI fue cobardemente asesinado en su trabajo el pasado Lunes 14, sumergiéndonos a todos los que lo conocíamos en la tristeza y la indignación.
Mariano estaba en la Agrupación desde sus inicios, decía "presente" en todas las travesías y vivía dispuesto a ayudar a todo el mundo en esto que tanto lo apasionaba: los Jeeps. Esto era así a tal punto que -más allá de su familia, de Cecilia (su mujer) y de Morena (su hija, de 7 años)- él siempre decía que el inconfundible Willys amarillo que armó con sus propias manos representaba el "lo que más quería".
Lo que fueron las últimas semanas de su vida lo encontraron abocado 100% a la organización de este evento, por el que sentía un gran entusiasmo. Para nosotros su aporte era fundamental.
Queremos recordarlo bonachón y contento como siempre, pero sabemos que eso no va a ocurrir ahora, cuando la pérdida es tan cercana y aún no procesamos su duelo.
Esperamos poder invitarlos pronto a un Encuentro en su homenaje, una reunión que logremos vivirla como a él le hubiera gustado: con la más absoluta alegría.
Obe
